"Acogedor y cálido, me di cuenta de cómo cuidan los detalles (iluminación, mobiliario, vajilla, decoración). Te sientes cómoda de inmediato. El servicio es joven, rápido y amable. El menú está escrito en la pared y combina ingredientes de huerta y granja con una preparación accesible pero sorprendente. La fórmula es muy sencilla: platos servidos en pizarra, fáciles de compartir, de modo que puedes probar varios sin sentir que te estás excediendo. Todo delicioso y original. Me gustó especialmente el tart..."