"Es una pena que el servicio de comidas que ustedes anuncian con menús, entrantes y tapas, sea muy deficiente. Ya es la enésima vez que voy al Milano , porque me gustan los músicos que suele haber, de gran calidad. Las copas están bien, pero si pretendes comer algo como un simple sandwich o bocadillo, la cosa se complica: al cabo de más de media hora, cuando ya no nos quedan copas o el concierto va a acabar, te traen un bocata de esparrágos verdes (horrible), o la vez anterior un pan con tomate y jamón que casi habíamos olvidado. Observé que había otros clientes que también `protestaban por la tardanza. Y eso que hay como cuatro camareros o más. Una pena."