"Andábamos por la zona y sin conocerla apenas, buscamos un sitio para comer porque se nos hacía tarde. Dimos con este restaurante y no las teníamos todas pero he de decir que la comida nos pareció espectacular. Sin pretensiones, sin chorradas, sin aderezos, comida asiática casera ¡lo nunca visto en otras zonas de Zaragoza! desde la tempura hasta el relleno de las gyozas y los makis, eran una delicia, hecho todo en casa, sabores equilibrados, riquísimos...de verdad, nos quedamos con la boca abierta. Y a un precio de los que ya no pagas en ningún sitio. El Pad Thai, riquísimo. Los makis, las empanadillas...todo. Espectacular de verdad, no os lo perdáis."