"Fueron unos incompetentes. No nos sirvieron helados de postre a las 23:01 horas. Cualquier restaurante decente, al cerrar la cocina, pregunta a los clientes si desean algo más. Nos quitaron los platos de la cena a las 22:45 y esperamos a que vinieran a tomar nota de los postres. Llegaron a la mesa a las 23:01 con la cuenta (sin haberla pedido). Se negaron a servirnos helados porque ya estaban cerrados, mientras que a otros seguían sirviendo platos y a sus amigos les tomaban nota para servirles copas. La factura ascendió a 146 €. Incompetentes."