"Fuimos 2 parejas con un bebé un lunes. Prácticamente solos y disfrutando del interior de la cueva con una decoración muy peculiar, un camarero más peculiar todavía (esto es bueno) y música de los 90. Solamente por eso, ya vale la pena ir allí de cañas y un par de tapas.Fantástica experiencia: tapeo para compartir con recetas diferentes pero muy bien combinadas y sabores logrados. Súper escalope es simplemente súper, la berenjena muy buena, el maxibon de pollo muy muy bueno, las mimosas...mmmmm, croquetas de chocolate y torrija de postre (sublime)"
