"Bajamos de Cantabria a Sevilla por la ruta de la plata con niños pequeños. Buscábamos un lugar donde recargar pilas, distraer a los niños y estirar las piernas. Reservé el día anterior. Nos trataron muy bien. Niños y adultos pudieron descansar y almorzar. La comida muy buena. Pedimos sopa castellana (exquisita), ternera, platos combinados y pimientos asados con ventresca, entre otras cosas. Todo muy bueno. Lo haría de nuevo y lo recomendaría. Aspectos destacados del hotel: apto para niños, excelente relación calidad-precio"