"Restaurante de estilo clásico que dispone de una carta muy amplia y variada. El local es muy espacioso y ofrece también la posibilidad de un tapeo con una carta reducida en la barra. Todo lo que hemos probado nos ha gustado, especialmente la presa ibérica así que sin duda destacamos la calidad de sus platos, pero si consideramos la famosa relación calidad-precio la cosa cambia mucho. Como podéis ver por las fotos, la cantidad de las raciones es bastante escasa en función del precio de las mismas (compartiendo raciones hemos gastado unos 25/30 euros por persona sin pedir vino). Los postres merecen un comentario aparte: muy buenos y en absoluto empalagosos y con bastante cantidad. Me ha sorprendido la textura de su tarta de queso, distinta de las típicas tartas que se encuentran en bares y restaurantes."