"Fuimos a cenar y todos fueron agradables descubrimientos. primero era el lugar, que tiene un encanto súper especial y el patio, que era donde cenamos era acogedor y cuidadoso. Allí conocimos a su dueño Celedoniano, que fue la segunda sorpresa de la noche, aunque parecía tímido que nos dio lo mejor de sí mismo y su cocina. un señor educado y noble que merece pensar en todo lo mejor. La cocinera, su esposa, una gran cantidad de educación y bondad, y para terminar, puso una carne y patatas perfectamente hechas. de aquellos que sólo nuestras madres nos hacen. Otra cosa para mí muy importante es la limpieza y me dio ganso para ver los baños. 11 a su dueño, mujer local y comida. Volveremos sin dudar y esperamos que tengan todo el éxito del mundo."