"Este restaurante está situado en plena barrio de Gracia y el aparcamiento puede llegar a ser un problema, ir en transporte público debe ser una opción a valorar. Por otra parte, el local es pequeño y acogedor pero reservar mesa sería un consejo que yo daría a quien quiera probar este restaurante. La dueña me comenta que tienen dos turnos para cenar. En cuanto a bebidas tienen una gran variedad disponible para probar, eso nos gusta mucho. En cuanto a los entrantes y platos principales, los sabores son muy buenos aunque en mi opinión de cantidad más bien justos... La carta de postres no es muy grande pero yo acierto con el que elijo y la verdad es que acabo satisfecho. De las pocas cosas negativas a decir es el precio, no es caro pero tampoco barato precisamente.Volveremos!"