"Ellos nos lo recomendaron y es verdad que cuando llegas, no te da tanto buen sentimiento como cuando entras. el dueño, un pasado, un tío culto, con un conocimiento no sólo de la gastronomía espectacular, sino también de la historia de asturias muy grandes y super amigables. Hemos comido unas cuantas maricas con almejas para dos, Cachopo, para dos y una porción de mil hojas por menos de 50 euros. muy recomendable para reunirse."