"Diciembre de pecado, está vacío. Apenas se ven personas en la calle y hace un poco de frío. La cosa no pintaba bien, cuando nos detuvimos en un letrero que hablaba de las siete cucharas en él se explicaba que seis restaurantes, ofrecían un plato diferente cada uno, nosotros nos decantamos por el timo de ternera con alcachofas y los ladrones del tío Pepe. Nos atendió amablemente Juan, un hombre que daba su acento gallego. Como entrante nos ofreció pulpo en salsa de almejas. Exquisito. Después y con un buen alvariño, le dimos al guiso. Ración hermosa, grande en su preparación y presentación perfectas. Como diría Sabina, duró lo que duró, y nos quedamos sin la foto del plato. Alcé la cabeza y se la pedí. El siguiente plato que salía de la cocina era para chuparse los dedos. Por la limpieza, los platos, el trato y la calidad de su cocina, difícil de olvidar. ¡Encarni, Juan, Eskerrik asko!"