"Un restaurante familiar, coqueto y con pocas mesas (importante para reservar). Esto hace que el tratamiento en una habitación cerca, amistoso pero nunca excesivo. Laura nos aconsejó muy bien en platos y menú. Todo muy rico, original y bien desarrollado, con materias primas de cercanía, poniendo en productos de valor de la tierra. Todo hecho por ellos, salsas, cremas, postres, etc. Esto hace que los platos no pesados pero generosos en la ración. Los postres son geniales pero realmente nos gusta el aceite, el chocolate y el pan y el helado de limón, muy sorprendente. Torrijas y brownie también. Muy original y rico. Al salir podríamos hablar con Jorge el chef del restaurante, encantador como Laura su esposa en la habitación. Son de los lugares a repetir, porque toda su carta es original, diferente en las elaboraciones, creativa y algo también importante, ajustada en precio !!!"
