"Antes de la pandemia, tuve la suerte de conseguir una reserva aquí, pero en este momento, no hay problema. La comida, el servicio, el ambiente son igual de buenos, es decir, de primera categoría. La última vez recuerdo las salsas, que a veces eran muy reducidas y a veces ligeras, dependiendo del plato. Ahora son más del lado ligero. Además, el plato de camarones marrones destacó la última vez, pero no fue tan llamativo esta vez. ¡Hurra por los camarones! Había mejillones apenas cocidos (¡Hurra!), reducción de percebes (mejor que masticar uno) y al menos tres tipos diferentes de pescado. Dado que Los Ángeles mira al ancho mar Atlántico, esto se puede esperar. La elección de vinos fue acertada con algunos vinos realmente interesantes de diversas partes de España que de otro modo no hubiera probado."