"la noche que fuimos, el lugar era petado de gente mayor, clientes asiduos, familias, grupos de amigos, compañeros de trabajo y allí suelto había algo de turismo alucinando con el panorama! ¡Los camareros salen! se mueven como acróbatas con tan bandejas en la mano, llevan los platos izquierdos de 3 mesas en cada brazo, memorizan las órdenes y los gritan a la parte superior del espectáculo. el pene que pedimos fue increíble, ¡por no mencionar las croquetas! un mar bechamel y bonitos taquitos jamón se funden en la boca después de morder su cobertura crujiente. al día siguiente regresamos a desayunar, ya en un ambiente mucho más tranquilo, y fuimos desayuno personalizado! porque habíamos sido infatuados con algunos huevos. No importa, todo es posible, el camarero nos dijo:"