"Estando de ruta cicloturista por La Mancha, hicimos parada en Villarrubia de los Ojos. Después de pedalear durante el día, por la noche buscamos un lugar donde cenar y fuimos al restaurante Aldaba. Quedamos encantados con el buen servicio y la amabilidad con la que nos trataron desde que nos atendieron por teléfono para reservar, hasta que nos marchamos por la puerta. Escogimos varios platos para compartir y fueron un acierto absoluto. Todo riquísimo. Además nos invitaron a un pequeño postre para endulzarnos la velada. Fue un broche perfecto para acabar el día."