"Madre mía , madre mía qué derroche de cantidades y comida. Desde luego es imposible que salgas con hambre de ahí. Independientemente de que sabes que no vas a un Restaurante Michelin , la comida está bien. En el tema servicio , la verdad que ante semejante cantidad de clientes , no se les puede pedir más , siempre con una sonrisa en la boca. Yo en concreto me pedí una chuleta , que mira que me gusta la carne ,pero imposible acabarla , con sus patatas y su pimiento rojo. Fuimos a las 16:00 de la tarde ,ante la imposibilidad por el puente de encontrar por los alrededores otro sitio en el que comer ,sin reservar ni nada y estaban ya más tranquilos , pero se les había , por otra parte normal , acabado muchas cosas de la amplísima carta que tienen. Al no cerrar al mediodía hace que sea una opción muy buena , para comer sin reservar , aún con el peligro , como nosotros ,por desconocimiento de que haya menos cosas en la carta por lo anteriormente explicado. Fuimos el 12 de octubre , calor ,nos sentaron dentro y hacia mucho calor y muchísimas moscas , no se si por el día , por el calor o ....no se pero muy molesto aunque imagino que inevitable ,al ser un sitio tan amplio y rodeado de árboles y vegetación. Nos sorprendió una señora mayor , empleada o dueña o ....que se acercó a mí mujer a preguntarle si todo estaba bien y al ver que si costillar tenía poca salsa , le trajo una jarrita con salsa , que maja oye. No pudimos pedir postre estábamos llenos y nos tomamos el café , afuera y ahí ya ,menos calor ,pero las misma moscas , es lo que ahí. Volveremos más veces , eso sí esta vez en un día no festivo y con antelación , porque nos quedamos con ganas de probar otras cosas. Muchas Gracias por todo."