"El restaurante se encuentra ubicado en una gran casa de piedra, al lado de la iglesia del pueblo. La decoración elegante, el excelente servicio y la deliciosa comida destacan. Lo más sorprendente es que pagamos €17.50 por persona, casi lo mismo que en lugares menos merecedores. Lo recomiendo mucho y sin duda volveré. Todo estuvo muy bien, pero los postres fueron increíbles. Prueba la crema de café con helado de chocolate y el helado de vainilla con castañas caramelizadas. Increíble."