"Bien, no soy un entusiasta de la comida asiática y en particular japonesa, así que me tomo el trabajo de elegir entre Sushi, Maki, Niguiri y la madre que lo parió, como una pequeña tortura, todo sea por agradar a la familia...Todo está bueno, excelente presentación y cuidado servicio, por lo que no extraña el palo que te van a dar como despedida, a la medida de la eslora de los navíos amarrados a cinco metros de tí, y cuyos propietarios chapotean en la piscina del local, cerrada en exclusiva para ellos.Resulta divertido ver a la tripulación ir y venir del barco a la piscina portando, ora bebidas, ora toallas, espectáculo fascinante para los que, como un servidor, aprendió a nadar en un río de Madrid.Hoy, con mi título de patrón poco utilizado, me sigo pasmando...El restaurante, bueno."