"He venido a comer de vez en cuando a este restaurante y la verdad de que siempre he visto una falta de empatía, falta de iguene y poco orden de mesas, ya que cuando llego y hay alguien sentado no sé dónde comer, ni hablar el baño, ya que es bastante sucio y nunca hay jabón en posición de lavar sus manos. Ya que hay un tipo que habla español perfectamente y una chica nueva como dependiente, hay un gran cambio, todo se ve más ordenado y se tratará con una sonrisa es algo que se aprecia, ahora veo claro dónde sentarse, la comida sirve rápido, y el baño está limpio las últimas veces que he ido, ahora puedo lavar mis manos con jabón. Espero que mantengas el cambio para mejorar."