"El restaurante amplio, acogedor, bien climatizado, con manteles de tela, música ambiente al volumen justo, muy agradable. El camarero era nuevo pero muy amable y servicial, recomendando platos muy acertadamente. El precio, con bebida, pan y postre/café, espectacular: 12€ por persona. Hasta los servicios estaban impecables, con jabón, papel de manos, secador.... no faltaba de nada, algo poco habitual. Como para repetir. Algunos pequeños peros, 3 primeros y 3 segundos a elegir, tal un poco corto, y las patatas fritas de acompañamiento, que eran bastante malas. Lástima una ración más grande de tarta de queso: estaba espectacular, tal y como nos apuntó el camarero. Para volver sin duda."