"Bajo un aspecto aparentemente sencillo y familiar se esconde una cocina en la que productos de gran calidad son tratados de forma excelente. Una carta suficiente como para no tener que volverse loco en la selección del menú y que permite ofrecer unos productos de gran calidad. Y todo eso con unos precios más que contenidos. Sientes estar comiendo en casa de unos amigos que además te tratan bien. Excelentes gambas al ajillo, con su punto de picante. Genial chuletón a la piedra, verduras espectaculares, interesantes sartenes y, para rematar, recomiendo sin duda el pastel de crema, marca de la casa. Puede que lo pasarías de largo, como si fuera uno más. Prueba a pararte un día y... ¡ ya estás atrapado ! Gracias por hacernos la vida un poco más feliz."