"Pedimos una botellín de cerveza y un vino tinto de la región, y al preguntar que podíamos comer caliente, mientras a los de al lado les sacaban pimientos rellenos. Nos quedamos asustados de lo desagradable que fue la señora de la barra. Nos dijo que la cocina estaba cerrada y , ”si queréis, tenéis esto!”saco un bocadillo de la barra que no se sabia de que era, solo se veía el pan, Pero, sobre todo, sobre todo, impresionante la agresividad y las formas de la camarera. A la hora de pagar el botellín y el vino . Me cobro el señor que me saco la bebida y me dijo que era 2,80€ , le pago, y la camarera me viene con su agresividad, que no, que eran 3. No sabía ni de que me hablaba. La cosa es que decía que eran 3€. Y, ni siquiera vio lo que habíamos pedido. Le di los 20cent. Y que le aprovechen. A todo esto, a otro cliente que había pedido un cortado, dijo que la leche estaba cortada, y le pusieron otro café con la leche de la misma botella. Ósea, con la leche cortada. Pero a lo que a mi me tocó, cuando digo desagradable, es poco decir, impresionante."