"Con mi hija y mi hermano fuomos a cenar en este bar de comida tipica estadounidense en pleno centro de Madrid en una mesa interna donde hay musica rock em vivo y con mozos que de repente comienzan a cantar y a bailar. Comimos un pollo de corral crujente, una burrata con focaccia, una minihamburguesa de vaca, croquetas de jamon y trufa, una pizza artesana y como dulce una tarta de queso con dulce. Nos gusto todo riquissimo abundante. Personal amable cortes competente pero el servicio muy lento demasiado lento pero muy atento y caro."