"Pedimos “crujiente de verduras” y trajeron unas verduras aceitosas pasado por un rebozado flácido. Total, verduras aceitosas y de crujientes nada (crujía más el perejil seco que ensuciaba el plato) Luego pedimos paella de mariscos. Los mariscos eran congelados y con una pinta de que estuvieron vivos en la época de Napoleón. Una paella llena de grasa, con el arroz pasado, con el marisco pasadísimo de cocción, sabor a congelado. La peor paella en años. Nada pero que nada recomendable si queréis comer medianamente decente y sentir que pagas por calidad y no que te roban el dinero con una paella congelada"
