"Solía ser mi lugar de referencia para disfrutar de unas tostas, unos caracoles o comer a la carta. Hacía mucho tiempo que no iba, por razones personales, y el viernes 20 decidí ir a comer. Pedimos el menú y quedamos muy decepcionados. El cocido montañés no se parecía en nada a un auténtico cocido montañés. El pincho de choco frito estaba incomible y nada fresco, y el cachopo palentino parecía sacado del menú infantil de Burger King. En cuanto al postre, mejor ni hablar: un puding insípido y un arroz con leche igual de malo en un recipiente tan pequeño que ni siquiera cabía la cucharilla. Para colmo, te ofrecen pan normal o de pueblo y si eliges el de pueblo te lo cobran aparte. Además, es caro para lo que ofrecen, más de 13€ y 2,50 por el pan."