"Improvisamos una visita a Patones y francamente, entramos a La Cabaña porque es el único lugar en el que aceptaban atendernos sin reserva, porque íbamos temprano. Y bendita suerte. Tienen dos menús para elegir, platos regionales contundentes y sencillos. La calidad, cantidad y precio bien compensados. Hay quien pueda tomarlo de caro pero en un sitio tan turistico, ya se sabe de antemano. Los postres caseros maravillosos, cosa que se agradece hoy en dia donde todo suele ser industrial... La tarta de queso y moras espectacular. Pero lo mejor sin duda el trato recibido por nuestra camarera; atenta, educada, muy cariñosa con los niños y super profesional. Cuando vuelva a Patones sin duda, repetiré. Gracias!"