"Fuimos allí de paso por la ciudad. Llegamos a las 9:30 pm y el lugar estaba casi lleno. Gracias a Dios, el barman pudo entender inglés y nos explicó el menú. Fue muy amable y sugirió un plato de pescado que mi esposo eligió. Después de 5 minutos, regresó diciendo que el plato ya no estaba disponible y propuso otro plato de pescado... y luego volvió a decir que tampoco estaba disponible. Mi esposo recibió su plato y para cuando terminó, el mío no estaba en la mesa. Él tenía pescado y yo tenía cerdo. Ambos platos estaban bien, pero se sirvieron con las peores papas fritas que hemos probado. El servicio para los locales fue muy eficiente, pero como turistas, esperamos para siempre. Nos costó 26 euros por una entrada compartida y ambos platos (sin alcohol)."