"Teníamos un menú cerrado y no pudimos elegir lo que quisimos ni en los platos principales ni en los postres. En los segundos platos, hubo falta de ingredientes (no es normal, considerando que ellos sabían de antemano cuántas personas éramos y las opciones eran solo cuatro). En cuanto a los postres, hubo un error que aceptamos, pero cuando vimos lo que nos tocó, no nos gustó nada. Pedimos sorbete de champán y nos dieron un sorbete de mango templado con nata de bote. A pesar de todo, mantuvieron el precio de 49 euros. Los entrantes estaban buenos, pero los segundos... en particular el rape, podría mejorar. Estaba bien cocido, pero le faltaba sabor al sofrito. No volveríamos."