"Un lugar agradable en pleno Cascorro, centro de Madrid, la Latina. La pena que en terraza sólo tienen mesas. No pudimos probar la comida porque hasta las no hay cocina en la tarde. Esta es la mayor pega, pedimos un buen vino pero apenas tienen opciones para acompañar: paté o caracoles. Se habría agradecido una tabla de quesos franceses (o españoles) o una tabla de pates, o una combinación, o algún encurtido, que para eso no se necesita cocina. Con algo así sería casi perfecto."