"Hace tiempo que un amigo me habia comentado de venir a comer a esta restaurante vasco, situado en plena calle de Sants. Ayer martes a las 15:30h fue el dia elegido. El restaurante mucho mas grande de lo que parece a priori, revestido de madera y con un aire tradicional muy marcado, dispone de un menú degustación y por supuesto de una carta. Descartamos el menú, pues 2 de los platos, no podia comerlos por mi intolerancia, por lo que optamos por la carta. Los platos seleccionados fueron : Unas alcachofas fritas, deliciosas aunque les faltaba un punto de sal para mi gusto, unas anchoas del cantabrico , carnosas y muy sabrosas, un solomillo a la plancha con verduras las verduras quizá lo más pobre como guarnición) y para mi un rapito al horno con patatas y ajitos . Si bien las cantidades de los entrantes quedaban algo cortas, los 2 siguientes platos resultarton en proporcion y calidad, muy correctos. El solomillo se deshacia con un solo paso del cuchillo y el rape,aunque encontré que tenia demasiado aceite, estaba en su punto de cocción, junto con unas patatas de textura y calidad buenisimas. De postre elegimos una cuajada y un arroz con leche. Ambos bien ejecutados, aunque tal vez encontré mi arroz con leche un poco más liquido de lo que me hubiese gustado. Cabe añadir para acabar que el servicio fue de lo más correcto, diligente y amable. Aspecto que hay destacar sin duda. En fin, un buen restaurante vasco en Sants, de precio algo elevado incluyendo 1 botella vino rioja Luis Cañas y un café solo : 124 euros)."
