"Hemos tenido el honor de ir a Barcelona para hacer una ceremonia en francés en el imponente hotel W. Es cierto que el centro de Barcelona es muy muy turístico y queríamos probar algo de la tierra, algún cava de la zona, pero el centro de Barcelona no es el mejor lugar para esto, o al menos eso nos ha parecido. La gente es amable y el acento de Barcelona agradable. Cansados de andar y por eliminación nos sentamos en un bar italiano que nos recordaba nuestra estancia en Sorrento. La verdad es que fue una agradable casualidad. Tomamos SORRENTINOS DE REMOLACHA, rellenos de pera confitada, queso de cabra y ricota y salsa verde. Te ofrecen varias salsas a elegir. Fue todo un acierto, estaba buenísimo, con sabores naturales perfectamente identificables. El servicio muy agradable."