"Puro sabor, bien hacer y profesionalidad. Doña Holga, su esposo y equipo fueron hoy mi salvación. Tras tener un día agotador, como ellos y llegar a última hora me atendieron. Por lo que el día que me llame la parca , solo pediría igual que hoy cenar mi última , como se brindaba a un penitente , y hacerlo con estas dos empanadas y un par copa de vino , y la gratitud , por no permitir el irme a descansar sin matar a quien me mataba . Mil gracias. Julio"