"Paramos aquí después de visitar Parque Güell. Pedí un bocadillo de anchoas y otros pidieron jamón y queso. Todos estaban muy buenos. Parece ser que cada vez que uso una camiseta completamente blanca, termino manchándola con algo... Intenté quitar la mancha con agua, sin suerte, así que estaba a punto de ir al baño para hacer un mejor trabajo, cuando el camarero vino con una pequeña olla de agua hirviendo, ¡que me aseguró que funcionaría y así fue! Todo esto fue completamente sin haber pedido nada. Terminamos con pasteles, café y chocolate caliente."