"La experiencia en este restaurante no fue muy acogedora, parecía que no querían que estuviéramos allí. Nos pidieron que atáramos a nuestro perro a un pilar a pesar de que un gato caminaba libremente por todas partes y otro perro más grande estaba en medio del restaurante. Pedimos paella pero nos dijeron que no quedaba. Preguntamos si tenían pan de ajo y la camarera nos regañó, ¡esto no es una pizzería! Tenemos 5 pizzas, nos señaló el menú, 1, 2, 3, 4, 5, sin cambios en el menú y se fue. Cuando preguntaron si estábamos listos para ordenar, dijimos que en 2 minutos, pero nos ignoraron durante los próximos 10. Intentaron traernos otra botella de vino que no habíamos pedido y nos miraron como si fuera nuestra culpa. Decidimos simplemente pagar por las bebidas y marcharnos, pero nos arrojaron el cambio casi con disgusto y la camarera se marchó molesta. Creemos que esta chica necesita cambiar de trabajo o asistir a un curso de capacitación en servicio al cliente. No volveremos nunca más aquí, fuimos a un restaurante en el pueblo y tuvimos una comida maravillosa, con un servicio amigable y a mitad de precio, en la Pizzeria Juanita, mucho mejor en todos los aspectos, muy recomendable."