"Un lugar con encanto y una bonita decoración. Personal correcto. La cocina de autor, con productos de calidad, pero para nuestro gusto abusando en exceso de la cebolla sobre todo en la ensalada. Los baos de costilla hoisin muy buenos, la combinación de sabor entre dulce y salado en el gofre de foie y setas muy acertado, la hamburguesa sin nada que matizar, normalita y aceptable. El salmón pues igual con algo picante que estropeaba la guarnición. Y postre escaso para 6. El precio algo elevado para la cantidad que se sirve, matizando que no te dejan la botella de vino en la mesa mientras comes, ellos te van reponiendo y eso que estaba incluida toda la bebida en el menú, con lo que a veces esperabamos con la copa vacia. Era la primera experiencia y bueno. Ya conocemos el sitio."