"Hicimos la comida de Navidad en este restaurante y la experiencia no pudo ser más positiva, por varios motivos: Lo primero, los sitios los hacen las personas. En este sentido hacer especial mención al trato tan profesional de las personas que nos atendieron, en especial a: Raquel, en su labor de Hostess, maestra de ceremonias y desdoblada en su labor aquel día. Atención, educación y cortesía, aún a pesar de su carga de trabajo y de su juventud. Sonrisa sin desánimo, te hace sentir que el cliente es lo más importante y crea la suficiente confianza para poder hacer consultas y observaciones, un Jose, el director de orquesta del restaurante, responsable del entorno gourmet del local, presentando los platos como verdaderos tesoros. Gran profesional que da un empaque especial al local, reservado para los sitios selectos. Sandra y Natasha, Se dejaron la piel por hacernos sentir como en nuestra casa, grandes profesionales, jóvenes y con una imagen perfecta para la ocasión. El resto del staff, como una equipo perfectamente engranado, felicitaciones a los trabajadores de la cocina, que sólo conocimos a través de sus obras de arte, depositadas en nuestros platos. Local y ambiente: El local es elegante pero sin florituras, cómodo y acogedor, si te fijas en los detalles verás que hay mucho buen gusto y dedicación entre esas paredes, que te hacen centrarte en lo que más importa, los platos. La temperatura perfecta aún siendo diciembre. Los platos. El menú que había era cerrado como comida de Navidad. Un chorreoncito AOVE en un platillo fue el culpable de terminar con la primera ración de pan. Oro verde con matices muy marcados. Exquisito. Siguieron un aperitivo de ahumados sobre escabeche de olivas que fue espectacular. Un caldo de gallina con setas y huevo, muy rico y nutritivo, excelente aroma y sabor equilibrado. La merluza que vino después, un capricho, calidad excepcional del pescado, de su cocción, su preparación y emplatado sobresaliente. Por último unos canelones de cochinillo, cuya pasta casera la realizan ellos, exquisitos. Por último el postre, chapó para el chef, organolépticamente un enjambre de sensaciones, una fantasía en todos los sentidos. Ni que decir tiene, que volveremos."
Sopa De Maíz Dulce
