"Sin miedo a equivocarme, el mejor restaurante mexicano que he probado. Nafa más entrar en el restaurante llaman la atención las pinturas de todas las paredes, una obra de arte. Después, la comida es exquisita. Recomiendo los nachos de la casa para empezar, están deliciosos. Y para beber, la michelada está tremenda. Es una pena que el barrio en el que se encuentra no tenga mucha vida nocturna, pero yo lo recomiendo, vale la pena parar alli a cenar de camino al centro de Barcelona."