"Las pizzas son grandes (pequeñas, caseras y con ingredientes naturales y generosos) y la camarera súper amigable y resolutiva. Hemos estado de vacaciones tres veces y volveremos la próxima vez que vayamos a buscar palitos. Hubo una confusión con el nombre del santo y el espíritu santo y lo resolvió sin poner mala cara. También la camarera que el dueño, un saludo nunca está mal, señor, su personal y así las pizzas son el alma del negocio, se escucha un tesoro."