"Me encanta esta pequeña heladería ya inveterada en el barrio. Excelentes helados artesanales italianos y mucha variedad. Personal súper agradable. Se está de maravilla en el coqueto salón de abajo, con estanterías, plantas y libros como si estuvieras en tu casa. Es muy bohemio este lugar, perfecto para un escritor como yo y desde luego, uno de mis favoritos. Puedes traer un libro, dejarlo allí y llevarte otro de los que están en las estanterías"