"A pesar de ser asturiano, nunca había ido a comer a este restaurante del que había oído hablar muy bien. Lo cierto es que iba con un poco de mala predisposición, pues no es la primera vez que veo como venden por comida asturiana cualquier cosa. Nada más lejos de la realidad. Fuimos tres parejas y comimos varios platos, todos muy muy buenos, bien elaborados y fieles a la cocina asturiana. Buena sidra, buen cabrales, mejillones muy ricos, verdina como en casa, y cachopo con carne de calidad. Las raciones abundantes, lo que hace que favorece la relación calidad precio, y el trato del personal inmejorable. Destacar un arroz con leche de los mejores que he probado en mi vida. Un punto de mejora, el vaso de sidra que utilizan es de los que en Asturias llamamos madreña grueso y pesado.Como información adicional, ojo con el parking de enfrente, la clavada es épica."