"El restaurante es pequeño pero bien decorado y amueblado con gusto. Muy limpio, tanto la sala como los cuartos de aseo. El trato del camarero, cordial y cortés. Buena educación que hace sentirse bien al comensal. La comida, menú del día, nos pareció , tanto a mi mujer como a mí, como si volviéramos a comer lo que mi madre, que era una cocinera excelente, nos preparaba cuando éramos jóvenes. Muy bien elaborada, sabrosa y bien presentada, como hecha con amor. De primero, un arroz con costra muy bueno y, de segundo, bacalao encebollado yo y solomillo con una salsa finísima mi mujer, Ambos platos exquisitos. Las raciones generosas y deliciosas. De postre un flan de queso casero y naranja preparada. Con una cerveza helada cada uno. Todo por 12,50 euros por cabeza. Lo dicho: cocina casera muy bien hecha a precio muy asequible. Muy recomendable."