"el otro día me llamó un amigo de londinenses que había venido a pasar unos días en Barcelona, quería disfrutar de las tapas y la cocina mediterránea, pero le dio un poco de pereza ir a los típicos sitios de tapas y comer fritanga. Encontramos un puñado y nos encantó: por un lado, tiene una terraza muy fresca donde está a la sombra y recogido, difícil en una zona absolutamente turística. Por otro lado, la comida y el trato fueron grandes, nos sorprendieron con un sándwich de calamar hecho con una mayonesa que tenía un toque fresco y bestial. ¡Estaba hecho de cal! tremenda idea que dejó a mi amigo salivando. Otro plato que nos trajo mucho fue una tapa de pulpo con humo que era muy rico, el humo no era pesado, y el pulpo estaba bien cocinado y cortado. Lo recomiendo a los jóvenes que buscan comida original por un precio aceptable, no esperen comer por 10 euros, pero también por 50! ideal para sorprender a los amigos que visitan la ciudad!"