"Un restaurante pequeño, con una carta bastante extensa. Solo queriamos picar y nos decidimos por 2 croquetas, tomamos 2 vinos de la región y una ración de calamares rebozados. Deliciosos pero una ración pequeña por el precio.En resumen, un lugar cálido con una terraza agradable, a 2 pasos de la catedral. Demasiado caro para mi opinion, en un barrio donde la competencia es grande. Le doy 4 estrellas por la atención del camarero muy profesional y simpatico."