"Hay que tener en cuenta que es considerado de mala educación pedirle repetidamente y de manera educada a la camarera que por favor retire a uno de los PERROS GRANDES de la mesa que molestaba, al chupar y acercarse varias veces a un recién nacido. Para futuros visitantes, también tengan en cuenta que el dueño, sin estar presente en la conversación, les acusará directamente de ser groseros. Es una lástima que no exijan lo mismo de su servicio, que ha sido el único que nos ha faltado al respeto con malas respuestas. De hecho, como suele decir el dueño, La Vereda no es nuestro lugar. No es un lugar para personas educadas que entienden que, aunque haya animales (lo que no les advierten es que tendrán que compartir mesa con ellos), en algunas circunstancias también pueden molestar. No volveremos y no lo recomendamos. PD: Los camareros tocan a los perros y luego sirven los platos sin lavarse las manos antes. Muy higiénico..."