"Fatal. La ensalada de tomate y ventresca estaba regular; un plato de jamón ibérico con 7 u 8 lonchas de supermercado del malo, por 14 pavos; unas croquetas de cabracho malísimas, y mira que es difícil que unas croquetas estén malas; un burrito que estaba bien a secas; y una hamburguesa sin gracia que se desintegraba por todos los sitios. Todo por 55 euros, que estando bien hubiera sido razonable, pero que por esa calidad y cantidad es una estafa. Una experiencia para olvidar, aunque eso también fue difícil, porque el dolor de estómago que nos dio a mi chica y a mí (qué casualidad que nos pasará a los dos) no nos dejaba hacerlo."