"Por Sant Jordi disfrutamos de una fantástica experiencia en el Restaurante Citrus, pero con un final más que lamentable, decepcionante. Reserva tramitada y confirmada un mes antes, el día antes recibo SMS de confirmación, sin otra indicación.Ese llegamos a las 13.55 en la recepción del restaurante, la recepcionista nos confirma la reserva (sin otra indicación). Ya en la sala nos atiende otra chica que nos acompaña a la mesa, sin ninguna otra indicación.Disfrutamos de una comida excelente, tanto la comida como el servicio (gran felicitación al personal), hasta que, después de pedir los cafés e infusiones nos los sirven y acto seguido nos traen la cuenta!!! (sin que nadie le hubiera pedido). Somos gente de hacer más cafés y quizás copas. De repente nos aparece la chica que nos había acompañado a la mesa con el datáfono para cobrar y de malos modos nos recrimina que tenemos que pagar y marchar “como ya nos habían dicho” ... que tenían un grupo de 8 esperando y que habíamos de marchar sí o sí!!! Le comentamos que no habíamos recibido ninguna advertencia sobre la hora de marchar en ningún momento, ni en la reserva, ni al llegar, ni al sentarnos en la mesa. Esta chica se pone a hablar ante nosotros por micro con la recepcionista comentándole, de muy malas formas, que “los de la mesa 107-108 no se quieren marchar... que no les has dicho nada”. Al rato se presenta la recepcionista en la mesa con el mismo argumento y, lo que es peor, con la misma actitud recriminatoria de la otra chica!!!(sólo había que mirar las caras de vergüenza ajena del resto de personal del restaurante)La actitud de las dos chicas fue en todo momento esperpéntica y ofensiva, no atendiendo a ninguna de las explicaciones que les dábamos, la principal no haber recibido ningún aviso de lo que nos decían, siguiendo por el hecho de que era imposible tomar la infusión que apenas nos habían servido. Finalmente se presentó a la chica que nos había traído la cuenta para decirnos, de muy mala manera, que ya habían situado a los que se esperaban en otro lugar del restaurante.Saliendo del restaurante, profundamente decepcionados por los hechos mencionados, a pesar de lo que habíamos disfrutado con anterioridad, nos encontramos a otra persona que se identifica como responsable al que le explicamos lo sucedido excusando a las compañeras por un día complicado. Excusa inaceptable, una cosa es un mal día y otra muy distinta es tener personal que trate a los clientes con una falta de respeto más que remarcable.Lamentablemente no volveremos a este establecimiento mientras estén estas chicas."