"Desde un principio no sabíamos que comer, Javier, el camarero, nos explicó que los platos estaban literalmente llenos de comida casera hecha con mucho amor, y después de escoger una pizza que no estaba dentro de la carta y unos canelones nos trajeron vino y agua con un pan que tenía de acompañante un poco de alioli casero. La comida exquisita, cantidad buenas y sabor sorprendente con productos de calidad bien elaborados. El servicio: de 10, Javier, nos brindó una noche con un servicio súper amable, gracias por ser tan atento. P.D. VOLVEREMOS"