"No habíamos estado nunca en este bar y sin duda no será la última vez. No es un restaurante, es un bar de tapas de barrio, pero tiene varias mesas donde te puedes sentar a comer o cenar. Pedimos los gambones al ron, dos hamburguesas gourmet, una tapa de boletus tres texturas, un coulant de chocolate con helado y una crepe. Además tuvieron el detalle de invitarnos a una tosta de tartar de salmón para que no se nos hiciera larga la espera. ¡Todo estaba delicioso! La hamburguesa la hacen con pan chapata por lo que te da la sensación de estar comiendo algo diferente, la tapa de boletus te la preparan en la mesa, lo que es un espectáculo, y podría formar parte de la carta de un restaurante con estrella Michelín, el coulant maravilloso. La crepe la prepararon en el momento y las hacen al gusto. Hasta el café estaba rico, no como en otros sitios que parece agua manchada. Servicio muy amable que nos aconsejó con las cantidades y buena música de fondo. Nos hemos quedado con ganas de probar otros platos y sobre todo los arroces. Muy buena relación calidad-precio."