"Local medio vacío y camarero con pocas ganas de servir. Nos toma nota de mala gana, pedimos lengua guisada, oreja y gambas al ajillo. A los 20 minutos de estar esperando nos dice que oreja no tiene y le pedimos una ración más de lengua. Después de más de 1h esperando, nos dice que lengua tampoco le queda, a lo que decidimos marcharnos. Cuando le pedimos la cuenta el camarero impresentable nos dijo, mejor, me pagais y os vais , Hora de salida las 15:35h, ya con pocas opciones de encontrar donde comer en esta localidad. Por suerte nos atendieron en el Hotel Garabatos, donde pudimos comer muy bien. Camarero impresentable, para no volver."