"En esta segunda oportunidad pude disfrutar de los deliciosos platos de este acogedor restaurante que combina la cocina marroquí y mediterránea. Fue un almuerzo más ligero que en la primera ocasión, especialmente por el calor que hacía, a pesar de tener una gran sombrilla. Probamos platos típicos como el cous-cous, falafel, alitas y una hamburguesa. Cerramos con un té morisco típico. Felicidades al propietario y a todo el personal por darnos un servicio perfecto y una deliciosa comida."